lunes, 3 de marzo de 2014

La conceptualización cognitiva (Cap. 2)

LA CONCEPTUALIZACIÓN COGNITIVA

En esta parte, es donde el terapeuta se provee del marco necesario para comprender al paciente. El terapeuta plantea distintas preguntas.

El terapeuta establece entonces, una hipótesis acerca del modo como el paciente llegó a desarrollar su trastorno psicológico. Y de esta forma encuentra la manera de cómo abordar y obtener información sobre aprendizajes y experiencias tempranas, las creencias subyacentes, la forma en que sobrelleva creencias disfuncionales, entre otras situaciones.

Desde el primer contacto el terapeuta comienza a construir una conceptualización cognitiva del paciente y sigue profundizando hasta la última sesión. Esto ayuda a planificar una terapia eficaz y eficiente.

Ø  El modelo cognitivo:

La terapia cognitiva se basa en el modelo cognitivo, que plantea la hipótesis de que las percepciones de los eventos influyen sobre las emociones y los comportamientos de las personas. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas, sino más bien por el modo las personas interpretan esas situaciones.

Los sentimientos de las personas asociadas con su forma de pensar e interpretar una situación. No es la situación misma la que determina en forma directa lo que sienten.

La respuesta emocional está condicionada por la percepción de la situación. El terapeuta cognitivo se interesa especialmente por el nivel de pensamiento que opera simultáneamente con el pensamiento superficial que es el más evidente.

En términos cognitivos, cuando los pensamientos disfuncionales son sometidos a la reflexión racional, las emociones suelen modificarse.

ü  ¿De donde surgen los pensamientos automáticos?
ü  ¿Por qué razón distintas personas interpretan la misma situación de modos completamente diferentes?
ü  ¿Por qué una misma persona puede interpretar una situación de dos maneras distintas en dos momentos diferentes.

La respuesta a estos cuestionamientos surge del fenómeno cognitivo más perdurable: “Las creencias”. Esto que es sus pensamientos, comportamientos, emociones dependerá de las creencias que la persona tenga y de su historia de vida.

Ø  Las creencias:

A partir de su infancia, las personas desarrollan ciertas creencias acerca de ellas mismas, las otras personas y el mundo. Las creencias centrales son ideas tan fundamentales y profundas que no suelen expresar, ni siquiera ante uno mismo. Estas ideas son consideradas por la persona como verdades absolutas, creyendo que es así como las “cosas son”.

Las creencias centrales constituyen el nivel más esencial de creencia. Son globales, rígidas y se generalizan en exceso. Los pensamientos automáticos, que son las palabras e imágenes que pasan por la mente de la persona, son, en cambio, específicos para cada situación y se considera que constituyen el novel más superficial de la cognición.

Ø  Actitudes, reglas y presunciones:

Las creencias centrales inciden en el desarrollo de una clase intermedia de creencias, que consisten en actitudes, reglas y presunciones, a menudo son expresadas.

Creencias centrales---->     Creencias intermedias---->         Pensamientos automáticos

Las creencias centrales y las intermedias se originan desde las primeras etapas de su desarrollo, las personas tratan de comprender su entorno. Necesitan, organizar experiencias de una manera coherente para lograr la adaptación que necesitan. La interacción con el mundo y los demás las llevan a ciertos aprendizajes que conforman sus creencias y son variables en cuanto a su grado de exactitud y funcionalidad.

El curso habitual del tratamiento en la terapia cognitiva implica usualmente que en los inicios se ponga más énfasis en los pensamientos automáticos. Que son conocimientos más cercanos a la conciencia. El terapeuta enseña al paciente a reconocer, evaluar y modificar sus pensamientos para lograr un alivio de los síntomas, luego el tratamiento se centra en las creencias y pensamientos que subyacen en las ideas disfuncionales.

Ø  Relación entre la conducta y los pensamientos automáticos:

En una situación específica, las creencias subyacentes de una persona influyen sobre sus percepciones, y esto se expresa por medio de pensamientos automáticos específicos para esa situación.

Ø  Las preguntas básicas que se plantea un terapeuta son:

¿Cómo llego este paciente a esta situación?
¿Qué debilidades y acontecimientos de su vida fueron significativas al respecto?
¿Cuáles son sus pensamientos automáticos y de que creencias surgen?

Es importante que el terapeuta se ubique en el lugar del paciente para que pueda así desarrollar empatía respecto de la situación que está atravesando, comprender cómo se siente y percibir el mundo a través de sus ojos.

Las conductas, las percepciones, los pensamientos y emociones del paciente se harán comprensibles a partir de su historia y su conjunto de creencias. Para el terapeuta puede resultar útil considerar a la terapia como un viaje y a la conceptualización como un mapa de ruta. El junto con su paciente examinan los objetivos de la terapia y el destino final.

A medida que el terapeuta adquiere experiencia y habilidad en la conceptualización, logra completar los detalles relevantes del mapa de ruta, su eficacia y efectividad se acrecientan.


La conceptualización comienza durante el primer contacto con el paciente y se va profundizando en cada nuevo encuentro. 

1 comentario:

  1. Felicitaciones por la producción de este material, muy didáctico y operativo. Todos los capítulos recogen los elementos fundamentales de la Terapia Cognitiva.

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