LAS
TAREAS PARA EL HOGAR
Estas son parte constitutiva de la terapia
cognitiva, por medio de esta, el terapeuta busca extender las oportunidades de
cambios cognitivos y conductuales a toda la semana del paciente, una asignación
adecuada de tareas permite al paciente lograr mayores conocimientos, adquirir
información, revisar sus pensamientos y creencias, modificar su pensamiento,
poner en acción herramientas conductuales y cognitivas y experimentar nuevos
comportamientos, estas tareas pueden maximizar lo que se ha aprendido en la
sesión y dar al paciente una sensación de mayor autosuficiencia.
Ø Asignación de tareas:
Estas se adaptan a los pacientes en
particular, se fijan en conjunto y se diseñan de acuerdo con los contenidos de
la sesión, los objetivos generales que se han planteado el profesional y el
paciente para la terapia, la conceptualización que el terapeuta ha hecho del
paciente y la etapa en curso del tratamiento. Cuando sugiere tareas, el
profesional debe tener en cuenta las características particulares del paciente,
sus habilidades para leer y escribir, su disposición y motivación hacía la
tarea, su nivel de distrés y de funcionamiento cognitivo y algunas restricciones de tipo práctico entre
otras cosas.
El terapeuta, mayormente en la primera etapa
del tratamiento, sugiere las tareas, pero en forma gradual, tal como ocurre con
el plan de las sesiones, comienza a pedir al paciente que diseñe sus propias
tareas, los pacientes, que en el momento de concluir su terapia han aprendido a
fijar sus propias tareas, tienen mayores probabilidades de continuar con esas
actividades luego de finalizado el tratamiento.
Tareas permanentes:
Algunas tareas permanentes típicas:
1.
La
activación conductual resulta especialmente útil para pacientes inactivos, pero
también puede ser provechosa para aquellos que desean retomar actividades previas
o enriquecer su vida por medio de otras nuevas. Otro tipo de actividades
conductuales se derivan lógicamente del contenido de la sesión y consisten en
la práctica de nuevas habilidades y/o la implementación de soluciones que
surgen de la resolución práctica de problemas.
2.
El
control de los pensamientos automáticos es una tarea importante desde la
primera sesión, cada vez que nota un cambio en el estado de ánimo y toma
anotaciones, al comienzo puede escribir los pensamientos en un papel, cuaderno
o ficha.
3.
La
biblioterapia es otra tarea permanente, suele ser importante que el paciente no
sólo lea, sino que además anote sus opiniones, aquellas cosas con las que está
de acuerdo o en desacuerdo o en puntos sobre los cuales desea hacer preguntas.
4.
El
repaso de las sesiones anteriores ayudar a consolidar los aprendizajes, el
repaso consiste en la lectura de las notas tomadas en sesión y/o la escucha de
una grabación de la sesión de terapia, mientras escucha la grabación, el
paciente puede escribir los principales puntos o conclusiones, o registrar los
pensamientos automáticos, creencias disfuncionales y respuestas adaptativas que
identifica en la sesión.
5.
La
preparación de la siguiente sesión de terapia, es para muchos pacientes, una
actividad natural y no necesitan recibir instrucciones para esta tarea
permanente, estos pacientes automáticamente recolectan pensamientos para
responder al interrogatorio del terapeuta al comienzo de la sesión.
Tareas adicionales:
El terapeuta puede evaluar la posibilidad de
asignar otras tareas que son útiles sólo para algunas sesiones en particular,
durante la sesión inicial, por ejemplo, puede ayudar que el paciente profundice
su lista de objetivos y confeccione un listado de afirmaciones personales.
Durante las sesiones siguientes, las tareas pueden centrarse primordialmente
sobre la evaluación de los pensamientos automáticos y la manera de combatirlos.
En la etapa final de la terapia puede estar
orientado a la finalización del tratamiento y la prevención de las recaídas. Se
trata en estos casos de organizar los apuntes de la terapia, reaccionar frente
a los pensamientos automáticos referidos a la finalización y desarrollar planes
para futuras dificultades previstas.
Ø Aumentar la
probabilidad de éxito en la tarea:
Posiblemente haya pacientes para quienes sea
una problemática realizar las tareas, para esto la implementación de la
siguiente guía, aumentara la probabilidad de que el paciente tenga éxito con la
tarea y experimente una mejoría en el estado de ánimo.
1.
Ajustar
la tarea al individuo. Es preferible asignar tareas demasiado fáciles que
proponer algunas demasiado difíciles.
2.
Dar
una explicación de cómo y por que podría ayudar una tarea.
3.
Establecer
la tarea en colaboración con el paciente. Buscar las ideas y el acuerdo del
paciente.
4.
Hacer
que la tarea sea una propuesta sin posibilidades de fracaso.
5.
Comenzar
la ejecución de la tarea, si es posible, en sesión.
6.
Ayudar
a establecer sistemas para recordar la tarea.
7.
Anticipar
posibles problemas, realizar ensayos encubiertos cuando haga falta.
8.
Preparar
al paciente para un posible resultado negativo.
Adaptar la tarea al paciente:
El cumplimiento exitoso de las tareas puede
acelerar la terapia, llevar a un mayor sentimiento de satisfacción y mejorar el
estado de ánimo. Las tareas, por lo tanto, deben ser seleccionadas con mucho
cuidado, para poder así acrecentar la probabilidad de éxito. No hay que
asignarlas según una fórmula preestablecida, sino tomar en cuenta las
características y los deseos del paciente.
También es importante predecir posibles
dificultades antes de asignar una tarea, esto se puede hacer evaluando el
diagnóstico del paciente y los problemas que presenta.
Proveer una explicación:
Se debe tener en cuenta, que es mas probable
que un paciente cumpla con las tareas para el hogar si comprende cuál es el
propósito de estas. El terapeuta suele dar inicialmente una breve explicación,
alentando al paciente para que descubra el propósito de cada tarea. También resulta importante señalar a los
pacientes que es posible que mejoren más rápido si cumplen con las tareas. Se
recomienda poner énfasis en las razones por las cuales las tareas deben hacerse
diariamente. Para cambiar el pensamiento y el comportamiento son necesarios
atención y esfuerzo sostenidos.
Establecer las tareas en colaboración:
El terapeuta debe asegurarse de que el
paciente no sólo comprenda los objetivos de una tarea, sino que además este de
acuerdo en realizarlas. A medida que la terapia avanza, el profesional alienta
al paciente para que fije sus propias tareas, que elijan lo que se va a
realizar o de lo que se hablará en la siguiente sesión.
Evitar las posibilidades del fracaso:
Es fundamental que al comienzo de la terapia
se enfatice que la realización de las tareas proveerá datos útiles, aun cuando
el paciente no logre completarla, de esta manera si un paciente no consigue
realizar su tarea, no se sentirá un fracasado y no se acentuará su disforia.
En ocasiones, durante dos semanas seguidas,
el paciente no logra hacer una parte significativa de las tareas, o las hace
inmediatamente antes de la sesión, en lugar de dedicarles un tiempo de cada
día, en estos casos, el profesional en lugar de continuar tratando de evitar el
fracaso, debe intentar averiguar cuáles son los obstáculos prácticos o
psicológicos que se interponen en la realización de sus tareas.
Comenzar la tarea en la sesión:
Se aconseja, que especialmente en la primera
etapa de la terapia, dejar libre algún tiempo en la sesión, para que el
paciente pueda comenzar allí sus tareas, de esta manera el profesional
evaluaría si el trabajo asignado tiene un nivel de dificultad adecuado. También
es útil para el paciente, ya que es más probable que continúe con una tarea que
ya ha comenzado.
Recordar las tareas:
Es de suma importancia, que desde el inicio
de las sesiones, los pacientes anoten las tareas asignadas durante la sesión. Cuando,
de todas maneras, olvidaran hacerlas, existen otras estrategias para
recordárselo. Se les puede pedir que agrupen la tarea con otra actividad
diaria. Pueden pegar letreros en el refrigerador, el espejo del baño o la
guantera del automóvil. Una conversación acerca de cómo hacen ellos para
recordar tomar una medicación o administrársela a otra persona, puede evocarles
recursos que previamente les han resultado útiles.
Anticipar problemas:
Es importante que el terapeuta se ponga en el
lugar del paciente y considere las siguientes cuestiones:
1.
¿La
cantidad de tareas es razonable para este paciente?
2.
¿El
nivel de dificultad es adecuado?
3.
¿Resultará
abrumadora?
4.
¿Parece
estar lógicamente relacionada con sus objetivos?
5.
¿Es
probable que la complete?
6.
¿Qué
problemas prácticos se pueden interponer, tiempo, energía u oportunidad?
7.
¿Qué
pensamientos se pueden interponer?
El terapeuta debe preguntar al paciente
acerca del grado de probabilidad entre el 0-100% de que complete la tarea. Si
el profesional no está convencido del todo, de que el paciente puede hacer la
tarea y de que la hará, debe considerar aplicar una o más de las siguientes
estrategias:
1.
El
ensayo encubierto, tal como se describe a continuación, se vale de las imágenes
inducidas para descubrir y resolver potenciales problemas asociados con las tareas.
2.
Sugerir
una tarea diferente es un recurso aconsejable cuando el terapeuta considera que
una tarea es inadecuada o el ensayo encubierto no ha sido suficientemente
eficaz. Resulta mejor sustituir la tarea por otra más fácil que el paciente
pueda realizar.
3.
La
dramatización racional-emocional puede ayudar a motivar a un paciente reticente,
cuando el terapeuta considera que es importante para él realizar una
determinada tarea.
Preparación para un posible resultado
negativo:
Cuando se diseña un experimento conductual o
se desea comprobar una presunción, es importante fijar las condiciones que
confieren la mayor probabilidad de éxito. Si el terapeuta piensa que un
experimento puede no dar tan buenos resultados como se ha previsto, puede
ayudar al paciente a anticipar sus reacciones frente a los pensamientos
automáticos que surgirán.
Ø Conceptualizar las dificultades:
Si el paciente tiene dificultades para llevar
a cabo sus tareas, el terapeuta utiliza el problema como una oportunidad para
comprenderlo mejor. Se plantea entonces, si el fracaso se relaciona con
problemas de tipo práctico, si se trata de un problema psicológico encubierto o
si tiene que ver con las cogniciones del terapeuta.
Problemas prácticos:
La mayor parte de los problemas prácticos se
pueden evitar si el terapeuta establece las tareas cuidadosamente y prepara al
paciente para realizarlas. El ensayo encubierto, también puede descubrir dificultades
potenciales.
Existen 4 problemas prácticos típicos y sus
soluciones:
1.
Realizar
las tareas en el último minuto. Lo ideal es que los pacientes lleven a cabo las
tareas para la terapia durante toda la semana. Por ejemplo, para muchos es útil
identificar y registrar sus pensamientos automáticos en el momento en que notan
un cambio en el estado de ánimo y responder a esos pensamientos mentalmente o
por escrito.
2.
Olvidar
las razones de la asignación de una tarea. Algunas veces un paciente olvida hacer
la tarea porque ha olvidado las razones por las cuales se le pidió que la
hiciese. Este problema se puede evitar haciendo que el paciente anote las
razones al lado de la tarea.
3.
Desorganización.
Cuando, pese a los recursos arbitrados, un paciente continúa con dificultades
para llevar adelante las tareas, es aconsejable fijar una estructura especial o
un régimen para hacerlas.
4.
Dificultades
con una tarea. Si el terapeuta se da cuenta, a posteriori de que una tarea ha
sido demasiado difícil o que no estaba bien definida, debe ofrecer una
explicación al paciente, que tal vez se ha autocriticado por no haberla
realizado correctamente.
Problemas psicológicos:
Si una tarea ha sido fijada adecuadamente y
el paciente tuvo la oportunidad necesaria para realizarla, las dificultades
para no haberla cumplido pueden derivar de los factores psicológicos que a
continuación se presentan:
1.
Predictores
negativos. Cuando los pacientes se encuentran psicológicamente perturbados y en
especial cuando están deprimidos, tienden a prever resultados negativos. Para
identificar cogniciones disfuncionales que interfieren con las tareas, el
profesional hace que el paciente recuerde algún momento determinado durante el
cual pensó en hacer la tarea e investigar las cogniciones y sentimientos de ese
instante.
Cuando
el paciente es ambivalente respecto del cumplimiento de una tarea, es
primordial que el terapeuta reconozca que no sabe cuál será el resultado,
entonces paciente y terapeuta también pueden confeccionar una lista de ventajas
y desventajas que se derivan de la ejecución de la tarea. Si el paciente tiene
dificultades para identificar los pensamientos automáticos asociados con la
tarea o si le cuesta expresarlos con sinceridad frente al terapeuta, puede
completar un formulario diseñado para consignar las dificultades con las
tareas.
2.
Sobrestimar
las demandas de una tarea. Algunos pacientes sobrestiman los inconvenientes o
dificultades que puede acarrearles una tarea o no perciben que el tiempo por
invertir será limitado. En estos casos, paciente y terapeuta aplican técnicas
de resolución de problemas para encontrar espacios de tiempo disponibles. El
terapeuta también puede proponer una analogía, enfatizando que los inconvenientes
que acarrearía la ejecución de las tareas solo se producirán durante un tiempo
limitado.
3.
Perfeccionismo.
A muchos pacientes les basta con que les recuerden que no deben buscar la
perfección cuando realizan las tareas, en cambio otros pacientes, que tienen
una fuerte presunción subyacente respecto a la necesidad de ser perfectos, se
pueden beneficiar con tareas que incluyan errores.
Obstáculos psicológicos enmascarados como
problemas prácticos:
Algunos pacientes sostienen que problemas
prácticos tales como la falta de tiempo, energía u oportunidad les impiden
llevar a cabo las tareas. Si el terapeuta cree que hay también un pensamiento o
una creencia interfiriendo con el trabajo, puede investigar esta posibilidad
antes de tratar los problemas prácticos.
Problemas relacionados con las cogniciones
del terapeuta:
Finalmente, el terapeuta puede evaluar si
algunos de sus pensamientos o creencias le impiden alentar adecuadamente al
paciente para que haga las tareas. El terapeuta debe preguntarse qué pasa por
su mente cuando piensa en la asignación de tareas o debe explorar por qué un
paciente no las ha hecho. Luego puede
poner en práctica un Registro de Pensamientos Disfuncionales, un experimento
conductual o puede hacer una consulta con un supervisor. Debe recordar que, si
le permite al paciente dejar de lado las tareas y le evita esfuerzos, no le
está dando ningún favor.
Ø Revisar las tareas realizadas:
Desde el comienzo, los pacientes deben
comprender que las tareas son una parte fundamental de la terapia. El
terapeuta, por lo tanto, siempre debe prestar atención a las tareas asignadas
en la sesión anterior. Aun cuando el paciente esté en crisis o desee conversar
sobre temas no relacionados con las tareas, es importante dedicar unos minutos
a su revisión o al menos acordar hacerlo en la siguiente sesión.
A veces las tareas para el hogar están íntimamente
relacionadas con los temas de la sesión y/o con los objetivos del terapeuta y
entonces casi todo el tiempo de sesión gira en torno de las tareas. La mayor
parte de las veces, sin embargo, sólo existe alguna conexión y la revisión toma
entre cinco y quince minutos. La revisión de una tarea puede llevar a la
asignación de otra para la siguiente sesión, ya se trate de continuar un
ejercicio o de intentar uno nuevo.
Por lo tanto, es esencial que tanto el
profesional como el paciente deban considerar las tareas para el hogar como una
parte esencial de la terapia. Cuando las
tareas se asignan y se realizan en forma adecuada, el progreso se acelera y el
paciente puede practicar aquellas técnicas que necesitará una vez finalizada la
terapia.
hola, primero que todo queria felicitarte por este trabajo. esta excelente y agradecerte el poder y querer compartirlo. Yo soy hipnoterapeuta y sin duda que el proceso de aprendizaje no se detiene y hay muchas cosas en esto que me van a ayudar a ser mejor profesional. saludos de Oscar Cortes, Iquique, Chile.
ResponderBorrarFelicitaciones soy Psicologo Clinico y estoy muy agradecido por vuestra excelente ayuda.
ResponderBorrarContinuen ...Un Abrazo!
Ecxelente muy buenos concejos
ResponderBorrarGRACIAS, EMPIEZO A SEGUIRLOS.
ResponderBorrarMuy buen trabajo, soy estudiante de Psicología y sus explicaciones aportan solidez en mis trabajos.
ResponderBorrarUna información muy interesante y de bastante provecho tanto para el paciente como también para el psicólogo... Felicidades!
ResponderBorrarfelicidades excelente aportación
ResponderBorrarGracias por el aporte muy interesante y útil. Por tomarse el tiempo. Felicitaciones.
ResponderBorrarMuchas gracias por compartir tan valiosa información. Felicitaciones.
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